Estela continúa su noche horrible. Nadie se merece lo que está pasando esta noche Estela. Y el único que lo dice claro es Diego, su marido cuando por fin entra en el búnker. La abraza, le dice que se tranquilice y a la vez carga contra la organización de Gran Hermano. No es humano lo que le han hecho a su mujer. En tan sólo un minuto, Diego Matamoros le dice que el la cree y que Sofía y Kiko son unos montajistas, que se han reído de ellos. A priori esto tranquiliza a Estela, especialmente porque ve que su marido la apoya, pero seguro que cuando lo analice también le dolerá. No es bonito enterarte que tu amigo del alma de Gran Hermano te ha utilizado, y eso es algo con lo que tendrá que lidiar Estela estos dos días que le quedan. Si es que sale este jueves, que al parecer los votos de la audiencia están fluctuando mucho. Ya, en el plató de Gran Hermano la mayoría de los colaboradores piensan que Kiko es quien más desestabiliza con su conversación a Estela. Cuando Estela por fin consigue salir del búnker, corre nerviosa a contarles a las demás todo lo que ha pasado. Esto, nos ayuda a hacernos una idea de cómo está. Lo cierto es que, su nerviosismo se traduce en una verborrea desmesurada. Se atropella al hablar y contar todo lo que ha vivido en esa hora tan intensa. Aunque los colaboradores del plató de Gran Hermano creen que está muy contenta, es cierto que todo puede ser producto de los nervios. Mañana, cuando descanse y pueda analizar todo lo que ha vivido tendrá que gestionar sus emociones y todas las dudas que la asalten a lo largo de las próximas semanas.