El casting con más nivel de Operación Triunfo se está convirtiendo en una de las peores pesadillas de la productora. El programa, lejos de dar buenas noticias de share, de comentarios o críticas positivas, está girando cada vez más peligrosamente hacia el reality show y olvidándose del talent musical.

Porque si bien es cierto que hay mucho nivel vocal – no en todos los casos – también hay personalidades que quizás no encajen con la esencia del programa. La esencia de Operación Triunfo es formar a jóvenes apasionados por la música, con talento para ello, pero también con ciertos valores morales por encima de su supuesta carrera musical. Así ha sido en las ediciones en las que más audiencia ha tenido el programa.

La complicidad, la solidaridad y la amistad tan generosa que unía a Amaia, Aitana, Roi y compañía es lo que hacía que millones de fans empatizasen con ellos. Y también la música, claro, pero si va acompañada de humildad. Luego ya vendrá la industria musical a demostrarles que tienen que sacar las garras, y puede que darse codazos. Pero de momento no. En Operación Triunfo al público le gusta más la parte de academia de artistas, de formación, que de concurso como tal. Y por desgracia, esta edición está siendo más comentada por las salidas de tono y de compañerismo de ciertos concursantes que por todo lo demás.

Maialen y Nick tras la actuación que les lleva a estar nominados

Maialen y Nick tras la actuación que les lleva a estar nominados

De hecho, la expulsión de esta semana ha sido una muestra obvia de esta teoría. La audiencia pedía hace una semana la expulsión disciplinaria de Eli. Como no ha sucedido han aprovechado la primera oportunidad para mandarla a su casa.

En cuanto a la gala en sí, parece que por fin el nivel musical está subiendo, y los problemas de sonido se van arreglando. La semana que viene los espectadores tendrán que elegir entre Nick (nominado por segunda vez) y Maialen.