Hacía años que Pilar de Borbón, hermana mayor del rey Juan Carlos, padecía de cáncer de Colon. Ayer, 8 de enero de 2020, la infanta perdió la batalla en el hospital en el que estaba ingresada desde el pasado domingo. La infanta siempre fue una mujer rebelde, además de muy valiente. Jamás se guardó algo que pensara, y hasta el último día de su vida, hizo lo que ella quiso.Es por esta clase de vida precisamente, que su último adiós no será el que marca la tradición. Será de lo más especial, nada que ver con lo estipulado por el protocolo para los infantes de la familia real española. Desde hace siglos, estos han sido enterrados en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Allí hay dos panteones, el primero reservado para los reyes y consortes, y el otro para los infantes. Pero Pilar de Borbón no tendrá nada que ver en esta tradición, pues la familia Gómez-Acebo de Borbón ha mandado un comunicado. Pilar de Borbón se sale de la tradición Aunque no siga con lo que se lleva haciendo desde hace siglos, la familia de Pilar de Borbón ha comunicado que la ceremonia de la difunta se realizará en la más absoluta intimidad familiar. A diferencia de todos los que han ido antes de ella, la infanta será incinerada, pero sus cenizas no irán al Escorial. En su lugar, irán al panteón del cementerio San Isidro, el cual es propiedad de la familia Gómez-Acebo. De esta forma, Pilar de Borbón, duquesa de Badajoz, podrá descansar junto a su marido, Luis, quien falleció en el año 1991 a causa de un cáncer linfático. Después de esta íntima ceremonia, se celebrará otra en El Escorial. Según el comunicado de la familia: "En una fecha que se anunciará próximamente, se celebrará un Solemne Funeral por el eterno descanso de su alma en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial".