La empresaria se ha convertido en la última anfitriona de ‘Ven a cenar conmigo’, abriendo las puertas de su casa a rostros como Pocholo y Miriam Saavedra, que no han querido perderse detalle del hogar de Lomana…

En un lujoso salón de estilo clásico de lo más elegante, Carmen Lomana ha recibido este fin de semana a Miriam Saavedra, Pocholo y José Antonio Canales Rivera, en su propia casa para disfrutar de una velada en ‘Ven a cenar conmigo: Gourmet edition’. La empresaria abría las puertas de su hogar dejándonos conocer los rincones más íntimos de su vida privada. Ya el salón de la casa denota toda la personalidad de Carmen: Clásica, elegante… ¡Hasta huele a ella! Al menos así lo confesaba Pocholo al pasear por allí. Los sillones, las cortinas, las mesas de madera oscura, y hasta la alfombra… Ni un ápice de modernidad, vanguardismo ni minimalismo.

Decoración clásica por todas partes en casa de la Lomana

Y si el salón nos parecía clásico, llegamos al comedor en el que los comensales disfrutaron de la cena y más de lo mismo. Papel pintado, vajilla de porcelana, la mantelería blanca… ¡Y ojo a la lámpara de araña!

Lomana

La casa de Carmen Lomana

Lo que es difícil es encontrar algún mueble en el que dejar las llaves, porque no hay rincón de la casa de Lomana que no esté decorado, aunque sea con objetos como estos.

Para gustos colores, eso está claro. Lomana nos dejó entrar, incluso, en el baño, y es que Miriam Saavedra sacó su vena más cotilla y quiso descubrir qué escondía Carmen en sus armarios, y si de algo va sobrada es de potingues… ¡Ahora entendemos ese cutis! «Esto es un sueño», reconoció Miriam, que se moría de envidia con la cantidad de productos de belleza.

Pero no vayáis a creer que Lomana se ha plantado el delantal para preparar la cena ni servirla, de eso nada, la empresaria ha optado por llamar a su servicio para que le facilitaran la velada.

Aunque fácil, lo que se dice fácil, no ha sido. Carmen Lomana y Miriam Saavedra no han hecho precisamente buenas migas y han acabado criticándose de lo lindo después de que la peruana pusiera un cero a la cena de su compañera…

«Miriam después de pasárselo “pipa” en mi casa de comer como si no hubiese un mañana y repetir de todo me ha dado 0 puntos. Esa es Miriam, sin comentario. Las personas se definen solas», ha escrito Carmen en sus redes sociales. Un comentario que Miriam no ha dejado escapar y ha respondido; «Nadie puede humillarte ni infravalorarte, resentidos y acomplejada aquellos que son incapaces de regenerar sus mil defectos cubiertos por la apariencia«. Pero, ¿por qué se ha sentido humillada? Pues parece que los ‘zascas’ de la cena pasaron factura.

“Miriam nunca ha estado en una casa como esta”, comentaba Lomana, «es una persona bastante resentida y acomplejada. Ella juega a querer ganar, pero para querer ganar hay que saber también recibir”. Cuando terminaron de cenar y todos se fueron al salón, Miriam se puso a bailar, disfrutando al máximo del espectáculo musical que la anfitriona había preparado, y allí la empresaria aprovechó para lanzarle el último ‘zasca’ a su rival: “Es como una mujer del Paleolítico”.