El rumor siempre ha existido. En Sálvame hay colaboradores digamos de primera y colaboradores de segunda. Siempre ha habido rumores del hartazgo de unos sobre los otros. Por ejemplo, resulta evidente que Belén Esteban es la niña mimada de la productora y de la cadena. Resulta obvio porqué, Belén es la gallina de los huevos de oro.

Esta vez ha sido Raquel Bollo la que se ha quejado de forma manifiesta porque su propio programa la ha tratado mal. Sucedió hace dos días en el plató de Sálvame, que se anunció como una broma que Raquel iba a ser abuela por partida doble. A Raquel le cambió la cara en ese momento. Lo cierto es que ya sabíamos que su hija Alma está embarazada, pero ¿por partida doble? Al parecer, la mujer de su hijo también estaría esperando un bebé, pero Raquel no entiende por qué dan esa información sin consultarlo con ella. No entiende nada y de repente comienza a criticar a la dirección del programa por haber permitido que se haga esa declaración en directo. Ella cree que sus hijos se merecen el mismo respeto que los hijos de los demás.

Raquel cuenta el porqué de su cabreo en Sálvame

Raquel cuenta el porqué de su cabreo en Sálvame

Es una noticia muy buena, ya que llevaban tiempo queriendo tener hijos, pero le parece mal que no le den la oportunidad de contarlo a él personalmente. Puede parecer que el hijo de Raquel estuviese preparando una exclusiva, y que el haberlo dicho en directo la haya reventado. En todo caso, Raquel tiene razón. Existe mucha información caliente de muchos colaboradores o sus hijos que siempre se respeta, pero nunca se hace en su caso y está harta.

Pero no es la primera vez que los colaboradores de Sálvame se quejan de un trato peor a unos que a otros. Rosa Benito sin ir más lejos se fue harta de que humillaran a su hija Chayo. También es conocido, el llamado eje del mal que eran Mila, Kiko Matamoros y Kiko Hernández, que han tratado mal a muchos compañeros (véase Karmele Marchante o Lidia Lozano) y se les ha permitido. Desde fuera es obvio que no tratan a todos los compañeros por igual, se nota hasta en los turnos de palabra. No todo debería estar justificado por el dinero.