Mi casa es la tuya cierra su temporada con la entrevista a Shaila Dúrcal. La hija de los inolvidables Rocío Durcal y Junior hace un repaso por su vida, contando las mejores anécdotas de una familia muy cercana a la audiencia. Bertín Osborne ha viajado a Estados Unidos una vez más en esta temporada, donde la cantante vive con su marido Dorio. A pesar de que Shaila recuerda una infancia feliz puesto que eran una familia muy unida, también ha contado momentos muy duros. Sufrió acoso en el colegio por su sobrepeso. Los niños se metían con ella, y ella, por su timidez afrontó aquello con los recursos de una niña. Además, desde que comenzó a cantar su familia y su entorno pusieron muchas expectativas en ella, y eso significó en parte una losa para ella. Bertín le preguntó si para ella, el apellido Dúrcal ha sido un inconveniente a la hora de hacerse un hueco en el panorama musical. A ella no le gusta verlo así. Es cierto que desde siempre supo que no quería sumarse al estilo musical de su madre, pero con el tiempo decidió que negarlo tampoco era buena idea. Ella es su herencia, y además en muchos conciertos su público le pide canciones de su madre. Aprendió a conciliar ambos espacios, el suyo propio y el que comparte con su madre y su legado. La madrileña fue más sincera que nunca en Mi casa es la tuya al hablar de la muerte de su madre y de los problemas posteriores entre su familia. Reconoció que eran una familia muy unida y que por las cuestiones de la herencia se distanciaron. Como en otros programas de Mi casa es la tuya, en esta ocasión Bertín y Shaila también disfrutaron de una cena juntas. A dicha cena se sumó Dorio, marido de Shaila, que estuvo contando anécdotas muy divertidas de su mujer, como que se quedó encerrada en un baño de la Casa Blanca cuando cantó para George Bush.