Segundo capítulo de Big Little Lies, la aclamada serie de éxito de HBO que cuenta la supuesta apacible vida de los habitantes de Monterrey, y en concreto la de Renata, Madeline y Celeste. Todo parece cambiar con la llegada de Jean y su hijo Ziggy. Por una parte, Ziggy quiere saber porqué se han mudado a ese pueblo. No se está integrando muy bien, en su primer día, la hija de Renata le acusó de haberla pegado, aunque él dijo ser inocente. Ahora que la hija de Renata, Amabella, va a dar una fiesta a la que ha invitado a todos los niños de la escuela menos a él. Otra de las protagonistas de Big Little Lies es Celeste, que sigue afrontando los malostratos de su marido con mucha entereza. No quiere que las agresiones le pasen factura a sus hijos y le propone a Perry acudir a un psicólogo para hacer terapia. Madeline también está muy nerviosa porque su ex marido Nathan parece estar presente en todos los rincones de su vida, con su nueva y joven novia, Bonnie. De hecho, Madeline tiene un encontronazo con Bonnie porque ha llevado a su hija a planificación familiar sin consultarle a ella. Ed cree que quizás Madeline no está enamorada de él, ya que dedica mucha energía a hablar de Nathan y Bonnie. El colegio de los niños, parece ser el centro en el que todas las mujeres pretenden resolver sus conflictos. Todos los padres acuden al colegio para poner una solución al asunto de la agresión Ziggy y la hija de Renata. Esto complica aún más las cosas, pues se convierte en algo mucho más personal. No en vano, este segundo capítulo de Big Little Lies se llama Maternidad feroz.