Gran Hermano está que arde. Con la final a las puertas, las tramas lejos de terminarse parece que están surgiendo ahora. Al menos eso es lo que está pasando con Adara. No porque sus tramas estén comenzando ahora, ya que su affaire con Gianmarco sucedió hace ya unas cuantas semanas. Sino porque ahora por fin ha decidido hablar de sus sentimientos. Ayer, la organización de Gran Hermano, dejaba que Jesús, el padre de Adara entrase en la casa a hablar con su hija. Ella lo había repetido en repetidas ocasiones, y ayer fue el momento elegido. Además de la sorpresa y la ilusión de ver a su padre, Adara se quedó perpleja cuando su padre le confirmó que todo, absolutamente todo lo que dice se escucha en el programa. No tuvo que decir mucho más pues Adara se dio cuenta a lo que se refería. Y es que la madrileña ha hablado varias veces de su amor por Gianmarco a pesar de tener una pareja fuera del concurso. Como Adara comenzaba a ponerse muy nerviosa, su padre trataba de quitarle hierro al asunto. No pasa nada, es tu vida le decía. Tan sólo, hay una parte de la audiencia de Gran Hermano que no tiene claro porqué lo has hecho. Tienes que ser sincera, y contar la verdad, insistía. Y parece que se lo ha tomado al pie de la letra. Ayer durante la gala, les adelantó algo a sus compañeras de concurso. Pero ha sido hoy cuando, siguiendo el consejo de su padre, les ha contado toda la verdad al resto de concursantes, y así también a la audiencia. Les ha contado cómo creía que era feliz, porque había creado una familia, que es algo que siempre quiso. Pero poco a poco se fue dando cuenta de que no lo era. Además, también contó como se había ido enamorando de Gianmarco. Es probable que la audiencia le premie por esta maniobra de sinceridad. Sin embargo, no parece justo que a estas alturas del concurso y con la final tan cerca, Adara reciba una información tan importante del exterior que la lleve de la mano hacia el maletín.