Es probable que el sabor con el que se hayan ido de la casa de Gran Hermano esta noche Hugo Sierra y Gianmarco sea totalmente distinto. Hugo, que entraba bastante desesperanzado, sale pensando que quizás no esté todo perdido. Gianmarco, por su parte, es probable que piense lo contrario. Y todo parece que el es el más decepcionado porque era el que más esperaba de esta cita. Su estrategia ha sido distinta a la de Hugo, pero también es cierto, que acababa de ver cómo Adara se besaba con Hugo Sierra. De hecho, durante unos instantes la audiencia de Gran Hermano y la organización no tenían claro que Adara quisiera ver a Gianmarco. Quizás le dijo que si por lealtad a lo que han vivido. Cuando el italiano entra en la sala, ambos se abrazan, se sonríen, pero como el repitió más tarde en la mirada de ella había algo diferente. Quizás había más culpa - acababa de besarse con Hugo - quizás más distancia o quizás más olvido. Sea lo que sea, Gianmarco utilizó la estrategia opuesta a Hugo, quiso presionarla y eso les distanció más. Le preguntó si tenía que esperarla fuera o no. Pero no consiguió la respuesta que quería. De hecho, no consiguió ninguna respuesta. Adara le decía que no lo sabía, que tenían que hablar fuera. Pero eso no parecía servirle al italiano. Necesitaba un sí o un no. En un momento determinado, ella le dijo a él que hiciera lo que sintiera. Todo esto, no es suficiente para el italiano, que lo interpreta todo como un distanciamiento. De hecho, ya en el plató de Gran Hermano, Gianmarco dice que es consciente de que todo ha cambiado. Está enamorado, pero no es tonto le dice a Jordi. Sea como sea, el culebrón no se resolverá esta noche porque la audiencia ha decidido que Adara sea finalista así que permanecerá todavía un poco más en la casa.