Cuando Adara vuelve a la casa de Gran Hermano tras haberse salvado de la expulsión todas las concursantes la abrazan. Aunque puede que Mila hubiese preferido que se salvara Antonio David, lo cierto es que todas parecen contentas porque haya una final femenina. Además, cuando le preguntan a Adara por la visita que ha tenido, esta les dice que ha sido su padre y que el sentimiento ha sido agridulce. Les cuenta lo sucedido y tan solo Mila intuía lo que había sucedido con Gianmarco. La cara de Alba, Estela y Noemí era de nervios y estupefacción. Cuando todas creen que recibirán una visita de algún familiar se encuentran con que ha vuelto el disfraz de gallina. Se lo ponen creyendo que es definitivo para la prueba de jefatura de la casa, pero lo cierto es que es una broma. No habrá ni más jefatura ni más inmunidad. La final de Gran Hermano se acerca y cada una tendrá que jugar sus cartas sin contar con ningún comodín. Pero antes de las nominaciones, Antonio David llega triunfal al plató de Gran Hermano. Es cierto, que allí se crece, pues durante el concurso, como le dicen sus detractores ha estado agazapado. Repite lo que ya ha dicho su hija, que no se ha involucrado mucho precisamente por facilitarle el trabajo de defensa a Rocío Flores. Como Jorge Javier le dice, la niña lo ha hecho muy muy bien. Las nominaciones dejan a Mila, Estela y a Adara expuestas a la decisión del público, lo que convierte a Alba y Noemí en finalistas. Todas tienen palabras muy emotivas para Jorge Javier Vázquez pues no podrá seguir al mando del programa ya que será intervenido quirúrgicamente en las próximas semanas. Desde aquí también le deseamos lo mejor.