La gala 13 de Gran Hermano está llena de momentos emotivos. Justo antes de la expulsión, Antonio David recibe los regalos de sus hijos y Adara la visita de su padre. Si Adara se queda en el concurso a partir de esta noche, es probable que a lo largo de estas últimas semanas, Adara decida cambiar de estrategia. Su padre ha sido muy directo; hay una parte de la audiencia que necesita explicaciones, dáselas. No todo el mundo entiende que lo hayas hecho para no hacer daño, explícalo. Cuando Jorge Javier conecta con Adara y Antonio David, sabe que está en un momento determinante de Gran Hermano. La audiencia decide que el que debe abandonar la casa es Antonio David, quien abraza a Adara y le desea lo mejor. Esta, por su parte, le desea que sea feliz fuera. Y los deseos de ambos son de corazón. Lo cierto es que es una despedida muy buena considerando que ambos han sido enemigos gran parte del programa. Y con la despedida de Antonio David, llega otra despedida igual o más emotiva. Su hija Rocío Flores, se abraza a Jorge Javier para darle las gracias a el y a todo el equipo de Gran Hermano. Se ha sentido muy protegida y muy respetada. Aunque a priori sabía que su papel sería difícil, lo cierto es que al final ha disfrutado mucho. Cree que ha conseguido su objetivo de defender a su padre y que se vea el corazón tan grande que tiene. Durante años, y a raíz de las denuncias que su madre le puso, la imagen de Antonio David estaba muy desvirtuada. Cree que por fin, la audiencia habrá visto al hombre sensible que es. El abrazo de Rocío a Jorge Javier adquiere un matiz más importante pues el presentador ha contado esta noche que volverá a ser operado en los próximos días por lo que no podrá seguir presentando Gran Hermano.