Con sólo diez y once años, Pachu y Josetxo, respectivamente, se impusieron en una reñida semifinal de Masterchef Junior. Estaban llamados a ser favoritos para lograr la victoria, y es ambos han destacado en esta edición por haber llegado a esta fase del programa sin malos gestos ni salidas de tono, sino todo lo contrario, un intachable recorrido de cocinado y de compañerismo. No se lo iban a poner fácil el resto de compañeros de concurso, Candela y Paula, que lucharon hasta el final y se despidieron haciendo llorar al mismísimo jurado y con toda probabilidad a gran parte de la audiencia que se reunía una vez más en torno a RTVE y hacía ganadora a la cadena pública en la lucha por la audiencia del domingo noche. Y si fue emocionante la semifinal, la final fue de infarto. ¿Quién elige los platos que tienen que hacer estos niños? ¿Es necesario ese nivel de exigencia? A juzgar por el resultado si, puesto que los concursantes, no sólo no se hacen pequeños, sino que se crecen en la adversidad. La durísima prueba final no consiguió borrar en ningún momento la sonrisa y la ilusión de dos niños que a pesar del estrés y la ansiedad, estaban en el lugar exacto en el que querían estar. Masterchef Junior 6 pasará a la historia por ser la final más reñida del formato, y es que lo injusto ha sido tener que elegir a uno nada más. Al final, el madrileño, Josetxo, levantó el trofeo por que el jurado se decantó por la vanguardia frente a la tradición. Josetxo será el que continúe su formación en el Basque Culinary Center y se lleve el premio en metálico, pero en realidad el programa lo ganan todos los niños que luchan por sus sueños, y con tenacidad y esfuerzo lo persiguen llenos de carisma y saber hacer. En el ambiente festivo que reina siempre en la final de un concurso, el "Hasta siempre" de una Eva González, que abandona el formato y la cadena que tantos éxitos le han dado.