El talent culinario Bake off avanza con paso firme para encontrar al mejor repostero amateur de España. Esta semana hemos asistido a la séptima entrega del programa que se ha llevado al quinto expulsado por delante.
La noche comenzaba con la denominada Prueba de autor. Los concursantes debían hacer un guiño al pasado, reinterpretando una tarta San Marcos, postre fetiche de los años 80. Pero como a estas alturas del programa, el nivel de exigencia tiene que ser alto, los guionistas del programa decidieron que esta prueba se haría como en los años 80. Es decir, sin los electrodomésticos de repostería que podemos utilizar en la actualidad. Los concursantes tuvieron que agudizar su ingenio y sobretodo trabajar duro para hacer cada una de las partes a mano. En este sentido, la prueba fue un éxito para Sonia y Alba, y un fracaso para Begoña y Steffana.
A continuación, los concursantes se enfrentaron a otro clásico de Bake off, la prueba técnica. El chef invitado en esta ocasión fue el japonés Takashi Ochiai. Los aspirantes tuvieron que elaborar de forma simultánea con él, sus conocidos mochis japoneses. Los mejores han sido Rubén y Steffana, aunque el jurado reconoció que todos habían estado a la altura.

Steffana

Steffana recupera el delantal azul


Y por último, en la prueba Wow, tenían que realizar una tarta de tres pisos con la ayuda de la famosísima Alma Obregón. Esta prueba, que se desarrolló por equipos, ha significado el triunfo del equipo liderado por Steffana, que además se llevaba el delantal azul. Sin embargo, el resultado del equipo de Rubén ha sido un completo desastre, en palabras del jurado. Esto, ha llevado a Sonia y a Begoña a la cuerda floja. Finalmente, el jurado ha decidido que la que debe abandonar el programa es Begoña. Esto, ha mermado la moral del resto de concursantes, no sólo por la triste despedida de Begoña, sino también porque no consiguen «deshacerse» de Sonia.