El tema de las escuchas sigue ayudando a la Brigada Costa del Sol para perseguir a las mafias de narcotraficantes. Ahora le siguen la pista a un nuevo delincuente llamado el Inglés, pero resultará muy difícil de localizar. Atila Peña también sigue en Torremolinos, oculto en el bar de Lopera. Además busca vengarse de las personas que casi lo matan, Bruno y Alsi. Precisamente Alsi y Reyes comienzan a preocuparse porque la Brigada Costa del Sol está teniendo éxito en todas las operaciones contra el narcotráfico. En las últimas semanas, la policía ha decomisado la mayoría de la droga que ha entrado en la zona. Martín está ayudando a Vicky a superar sus adicciones, pero esta no deja de pensar en su autodestrucción. Aunque a Bruno en principio no le hace gracia que Martín se acerque a su hermana, organiza una cita entre ambos. Pero la cita sale mal y al final Vicky se acerca a Eduardo, otra persona muy vinculada al mundo de la noche y de las drogas. Bruno y Yolanda cada vez están más cerca, pero aunque el policía ha dejado a su mujer, pasa las noches cerca de su piso porque sabe que tarde o temprano Atila Peña intentará vengar la muerte de su hermano. Tiene miedo que vaya directamente a por su mujer o su hijo y esto le impide avanzar más con Buhíta. Marielena tiene aires de grandeza y quiere ser respetada en la alta sociedad de Torremolinos. Organiza fiestas y compra cuadros muy caros. Reyes le advierte sobre su ambición desmedida. Al final, se lleva un palo cuando le recuerdan su pasado como interna en una casa familiar en Sevilla. Cifuentes sigue con la mosca detrás de la oreja por la muerte de Cristo Peña. Cuando parece que tiene un hilo del que tirar que implica a la Brigada Costa del Sol, Martín consigue desviar su atención.