Pasa con frecuencia en Gran Hermano que los que están fuera acaparan más titulares que los que están dentro de la casa de Guadalix. Parece ser que esta edición esa va a ser la tónica general. Ayer, a pesar de la tensión que se vive en la casa y que uno de los tres nominados se salvaba, el foco de atención estaba puesto en Sofía Suescun. Como sabemos, Sofía lleva protagonizando todos los titulares de la crónica rosa más ácida por su supuesta relación con Kiko Rivera. Al parecer, ambos habrían tenido un affaire durante el matrimonio de Kiko con Irene Rosales. Pero por si esto no fuera poco, la tensión sexual que mantiene su novio Kiko Jiménez y Estela, ponen a Sofía en la palestra casi a diario. Ayer, preguntada directamente al respecto por Jorge Javier, Sofía se derrumbó en el plató de Gran Hermano. Dice que trata de entender lo que está pasando pero que le parece obvio que entre los dos ha surgido algo. El que no está muy de acuerdo es el tercero en discordia, Diego Matamoros. El marido de Estela confía plenamente en su mujer y cree que ella no tiene ningún interés en Jiménez. Cree que éste podría estar manipulando a su mujer en su propio beneficio y lo quiere fuera de Gran Hermano. En la gala de ayer, además conocimos que Adara se salva de las nominaciones. Precisamente, vimos su curva de la vida en la que la joven habló de su durísima infancia. La salvación de Adara, pone en el ojo del huracán a Mila y a Dinio que serán los concursantes entre los que deberá elegir la audiencia el próximo jueves. La nominación directa de Mila, por parte de Kiko y el Cejas sigue siendo minuciosamente analizada por todos. El veredicto no obstante es clarísimo, se trata de una traición en toda regla. Y por supuesto que tendrá consecuencias.