El equipo de castings de First Dates no está muy acertado últimamente. Cada vez vemos más citas en las que ambos comensales no tienen nada que ver. Absolutamente nada. Eso es lo que ha ocurrido hoy entre Marcel y Zan. Lo único en lo que parecían coincidir es en su gusto por el mundo de la moda. Pero nada más. Marcel acudía a First Dates a divertirse. Es un chico extrovertido y algo alocado. Apareció en el restaurante con unas pecas pintadas en su cara pues afirma que a veces se aburre de sí mismo. Nada que ver con su cita, Zan. Que es un chico serio, amante de la moda y el arte, pero de una moda que no tiene nada que ver con cómo la concibe Marcel. De hecho, Zan se sorprendió mucho por el tipo de cita que le habían organizado. Se esperaba a alguien más sofisticado. Para Zan, su carrera en el mundo de la moda es su sueño, y se lo toma con mucha seriedad y responsabilidad. Por más que intentaba empatizar con Marcel, no lo conseguía. Tampoco ha acertado First Dates hoy con la cita de Blanca y David. Ella, es una mamá, jovencísima. Tuvo a su hijo con 16 años, pues el novio que tenía en ese momento la dejó. Eso le ha hecho madurar. Como carta de presentación, Blanca habló de sus experiencias paranormales. Dice que es una chica muy sensorial y que le pasan cosas raras. Su cita, David, es un apasionado de la música. Trabaja creando música de un estilo a camino entre el rock y el trap. Parece que todo va bien entre ellos hasta que David descubre que Blanca tiene 18 años. A el le gustan las mujeres mayores, y con más experiencia. Dice que la experiencia trae sufrimiento, y las mujeres que han sufrido están más dispuestas a amar de verdad. A Blanca se le olvida decirle que tiene un hijo. Cuando se lo dice, ya en la sala final, a el no parece importarle mucho. No obstante no repiten pues a ella el no le ha gustado demasiado.