Tercer capítulo de Big Little Lies en el que seguimos repasando la vida de sus protagonistas en el momento en el que se produjo el incidente que está investigando la policía. Renata está desesperada porque varios niños van a faltar al cumpleaños de Amabella. Como ella decidió no invitar a Ziggy, Madeline ha orquestado un boicot. Ha conseguido entradas para ir a ver Disney On ice el mismo día. Precisamente, Perry le monta una bronca a Celeste porque el plan de Disney no lo incluye a él. Ya en la fiesta de cumpleaños de la niña, Bonnie se pone a bailar de una forma muy sexy, cosa que gusta a los hombres pero disgusta a las mujeres. La fiesta es un éxito. Sin embargo en el plan de Disney, Jane se olvida de Harry el hipopótamo, la mascota del colegio que este fin de semana estaba bajo responsabilidad de Ziggy. Además, Madeline está preocupada por Abi. Su tutora le ha dicho que está sometida a mucho estrés cotidiano. Cree que necesita un cambio de aires. Abi le dice que quiere irse a vivir con su padre. Celeste y Perry acuden a hablar con el terapeuta. Necesitan ayuda para controlar lo que ellos llaman pasión excesiva. Celeste no se atreve a decir que Perry la maltrata. Perry cree que su actitud se debe a que ella podría dejarle en cualquier momento. De hecho, lo que le preocupa es que ella no esté contenta o se aburra de él. Ella dice que renunció a todo por él. Otra de las protagonistas de Big Little Lies que está en apuros es Jane. Le pide ayuda a Madeline para hacer un árbol genealógico con Ziggy para el colegio. El niño no deja de decir que necesita escribir el nombre de su padre y se enfrenta a su madre porque no quiere decírselo. Con quien si habla Jane es con Madeleine. Le cuenta la violación del padre de Ziggy.