Con el subtítulo de Scandal, comenzaba un Chester que pasará a la historia de la televisión por ser uno de esos programas en los que el entrevistado es expulsado del programa. Alaska, polémica sin querer Primero, Risto entrevistó a Alaska, otra artista que tampoco deja indiferente a nadie, alguien que también genera polémicas, amor y odio a partes iguales. Alaska comenzó diciendo que el escándalo está la mayoría de las veces en los ojos de los demás. Arcadi Espada, y llegó el escándalo Pero el escándalo real, al menos el del programa, lo daría la llegada del siguiente invitado: Arcadi Espada. El periodista dice estar sorprendido por que a la gente le sorprenda que alguien diga su opinión, aunque esta incomode. Tras un breve repaso a sus apariciones en otros programas, Arcadi se mostró incrédulo por que el resto de las personas sensatas no opinen lo mismo que el. Al presentador de Chester, le parece que eso atiende a una estrategia. El primer debate se genera con la entrada de Lidia Falcón, para hablar de los derechos de las mujeres como clase, que Arcadi siempre menosprecia. Lo hace también en este programa. Risto le pregunta si acaso sus polémicas no se deben a su afán por ganar audiencias, y el afirma que es justo lo contrario. Cree que es poco de los periodistas que se toma su oficio en serio. Hablan también de la polémica con Javier Cercas. Arcadi reconoce haber publicado un bulo sobre él en una columna en El Mundo solo para probar que los periódicos publican cualquier cosa. Y a continuación, es cuando llega el momento bochornoso del programa. Arcadi arremete contra los padres que deciden traer al mundo niños con discapacidad. Según el, esos padres deberían hacerse cargo del coste económico y moral que conlleva traer a estos niños al mundo. En este sentido, interviene Rafael, el padre de un niño con síndrome de Down, que alega, que su hijo, como español tiene los mismos derechos recogidos en la Constitución que cualquiera, y entre ellos a que sus padres decidan tenerlo. Y así es como termina la entrevista. Arcadi quiere contestarle a Rafael. Risto le concede la réplica si lo hace desde el respeto. Nadie tiene la certeza de que vaya a hacerlo, así que Risto le invita a irse, y él lo hace. El público, aplaude al único que se lo merece esa noche, a Rafael.