Los coaches de La Voz continúan esta noche peleando por conquistar talentos para sus equipos. Pablo López tiene hueco para seis en su equipo, y ocho en el del resto de los coaches.
La gala arranca con la actuación de Auba, una mallorquina de voz dulce con una historia de superación personal muy dura a sus espaldas. Auba, abandonó temporalmente la música, cuando a los dieciocho le diagnosticaron esclereosis. Con mucha fuerza y ánimo ha vuelto a recuperar su sueño por dedicarse a la música y ha conseguido que Luis Fonsi y Pablo López se girase. Antonio no ha podido hacerlo pues el puertorriqueño lo bloqueó.
No ha corrido la misma suerte David, un chico que sufre pánico escénico y que era la primera vez que actuaba con público.
A continuación, la benjamina Lorena ha cantado una versión muy flamenca de No me doy por vencido. A pesar de que Fonsi se ha girado, enamorado de su versión, la sevillana se ha ido con Antonio Orozco.

La Voz

Lorena cantó una canción de Luis Fonsi.


En el último momento se giró Paulina Rubio para llevarse a una de las veteranas, Jenny.
Otra Jennifer no corrió la misma suerte. Ella fue la chica a la que Eva sorprendió en la pasada gala entre el público. Otra dura historia personal, marcada por una infancia con mucho sufrimiento a costa de las burlas por su aspecto físico. A Jennifer le gusta La Voz precisamente porque se centra tan sólo en el talento y no en el físico.
Tras ella, llegó el turno de Alex, cantautor de Girona. Se gira Luis Fonsi porque le enamora su voz cálida y distinta.
Marta de Sevilla, a la que apodan «La Niña» ha sufrido críticas de intrusismo en el mundo del flamenco. Interpretó una de las canciones más difíciles de Camarón de la Isla «La Nana del caballo» pero no convenció a ninguno de los coaches.
Las séptimas audiciones a ciegas, terminaban con Rolita, que se va directa al equipo de Fonsi.