Los talents saben que cada vez es más difícil conseguir una plaza para continuar en La Voz, a tan sólo un día de cerrar los equipos ocho concursantes salen a darlo todo para conseguir su sueño.
Comienza la noche con la actuación de Fran Arenas. El sevillano, que está atravesando una situación familiar complicada cree que su familia de verdad se la ha dado la música. Canta «Siendo uno mismo» de Manuel Carrasco y consigue que en el último segundo Antonio y Pablo se giren. Y entonces comienza la pelea por el, a la que Fonsi y Paulina acuden como meros espectadores dispuestos a divertirse. Fran se decide por el equipo de Pablo López.
A continuación, llega el turno de Laura, asturiana y rockera, que cantará «Whole lotta love» para conseguir que Luis Fonsi se gire e irse de cabeza a su equipo. Luis Fonsi ha apostado por ella porque todavía no tiene ese registro en su equipo.
No tiene suerte Cayetana de Jerez. Los coaches no se giran a pesar de una original versión de «Quizás, quizás». Según palabras de Pablo López, cuando ella ya no está presente, a veces es cuestión de elegir el lugar adecuado.
Paulina se llevará a Natalia de Madrid directa a su equipo. Canta desde pequeña, pero nunca había cantado en un escenario tan grande como el de La Voz.
Kiko, el siguiente concursante, si está acostumbrado a los escenarios. Hijo de cantantes, su madre participó en Eurovisión con el grupo Son de Sol. Además, su padrino musical es Miguel Poveda. Sin embargo, y a pesar de haber hecho una bellísima interpretación de «Lágrimas negras» nadie se gira.
A continuación aparece Sandra, la chica que había cantado hace unas semanas y que por unanimidad los cuatro coaches decidieron darle otra oportunidad. Con su Love on the rain, esta vez si tiene suerte. Se gira Paulina y bloquea a Antonio. Un poco más tarde se gira también Pablo, que se la lleva a su equipo y se queda sin plazas para la última jornada de audiciones a ciegas.

La Voz

María Reig no consigue que los coaches se giren.


Finaliza la jornada con María Reig de Madrid, artista polifacética, que no consigue clasificarse para la siguiente ronda. Si tiene suerte Tomás, el argentino que canta en brasileño y que se va al equipo de Luis Fonsi.