Aunque ya se sabía que Alejandro Sanz no acudiría esta noche a El Hormiguero por encontrarse indispuesto a causa de una neumonía, Pablo Motos volvía a pedir disculpas al público por este repentino cambio de agenda. Motos aseguró que harán lo posible por hacerle un hueco al cantante la semana que viene. Además, agradeció a Xavier Sardá, que quisiera acudir al programa de una manera tan precipitada. Como el presentador dice, en Crónicas Marcianas pasaron muchas cosas. Apuesta a que algunas podrán ser desveladas por Sardá puesto que los delitos ya han prescrito. Sardá, aprovechó su paso por El Hormiguero para promocionar su última novela. En "Adios, muy buenas" se narran varias historias que suceden en un cementerio. Al hilo de esto, hablaron de la muerte. Preguntado por Motos al respecto, Sardá dijo no temer a la muerte, sino a la forma de llegar a ella. No le preocupa el cuándo sino el cómo. Xavier se ganó el aplauso del público cuando se solidarizó con Ángel, un hombre que ayudó a su mujer enferma a morir y que está preso en una comisaría. Hablando de la muerte también recordaron a Galindo, que fallecía recientemente, y de quién dijo Sardá poseía una cultura vastísima. Arroparon la visita de Sardá a El Hormiguero, Carlos Latre y Jorge Salvador. Juntos rememoraron viejas anécdotas de las noches de Crónicas Marcianas. Entre otras cosas, Pablo Motos quiso saber si las fiestas tras los programas eran tan míticas como se contaba. Aunque Xavier Sardá quiso quitarle hierro, Salvador y Latre si lo recuerdan como un auténtico desfase. Carlos Latre, que comenzó a colaborar en el programa a los 19 años dice que aprovechaban situaciones que se daban en los hoteles para nutrir el programa del día siguiente. Además, confeso que después de tantas horas de programa en directo y de tanta intensidad, se hacía muy difícil conciliar el sueño.