Los colaboradores de Sálvame analizan todo lo que sucedió ayer en la gala de Gran Hermano. Y no es poco. Al margen de la expulsión de Gianmarco, rompiendo así las posibilidades de que el amor - o lo que sea - entre el italiano y Adara se consume, sucedieron muchas otras cosas. El mismo día de la expulsión, los concursantes fueron hacinados de nuevo en el confe, una estancia que ha resultado ser determinante en esta edición del reality. Allí, aunque parezca mentira, los concursantes se consideran a salvo de miradas - aunque haya cámaras - y bajan la guardia hablando sin tapujos de todo lo que les preocupa. Ya había pasado con Kiko Jiménez, un chico astuto y muy curtido en televisión. Por sorprendente que parezca, el colaborador de MyHyV tuvo allí una conversación muy interesante con Gianmarco sobre los sentimientos que ambos tenían hacia dos habitantes de la casa (Estela y Adara). Pero si hay alguien que ha convertido el confe en el lugar donde se fabrican los grandes titulares de Gran Hermano ese es el maestro Joao. Como afirman los colaboradores de Sálvame, Joao está siendo uno de los personajes más astutos de la edición. Sabe perfectamente que con Pol Badía fuera, sus posibilidades en el concurso son muy reducidas. Se da cuenta de que debe buscarse un papel para serle útil al concurso y a la audiencia, así que se convierte en el confidente y mentor de Adara. Es Helena, la madre de ésta la que hace un comentario muy acertado respecto al papel de Joao. Él, que va de amigo incondicional de la madrileña, no hace más que exponerla y confundirla. Está bien que la apoye, que sea su paño de lágrimas, pero a veces parece que Adara sólo se desahoga porque Joao se lo impone, no porque realmente lo necesite. Volviendo a la escena del crimen, el confesionario. Parece ser que ese es el lugar donde Joao aprovecha siempre para sacarle información a Adara, sin ser consciente (o si) de que así se la está dando a toda la audiencia y lo que es peor, al que hasta hace unos días era su pareja, Hugo Sierra. Gracias a ese lugar sabemos que la relación entre Adara y Hugo no estaba en su mejor momento. Sabemos que Hugo rechazaba sexualmente a Adara y que alguna vez la insultó. Poco o nada tiene que ver esa versión con la que daba Hugo Sierra en los platós. O incluso con la versión de Adara al principio del programa, cuando se emocionaba oliendo las prendas de su pareja en el programa. Joao, busca un papel protagonista En todo caso, los colaboradores de Sálvame se preguntan si Joao, con tanta pregunta y respuesta, no habría arrastrado a Adara a una situación bastante compleja. Es decir, un buen amigo te ayuda cuando tienes un problema, te presta su hombro para llorar y te aconseja si le pides ayuda en cualquier dilema. Pero el papel de Joao, es más de protagonista que de secundario. A veces, parece que necesita el conflicto de Adara para respirar (y para sobrevivir en el concurso). Es como si forzara la situación y empujara a Adara hacia Gianmarco sin que sea ella en realidad la que de los pasos. Incluso, en la gala de anoche, tras la expulsión de Gianmarco, Joao le robó el papel protagonista a Adara cuando ambos se encontraron en el confesionario. Adara, apareció con un rostro serio y totalmente en shock por las palabras que Gianmarco le dijo a su salida. Joao, lejos de tranquilizarla, como habría hecho un amigo, no dejaba de decirle que todo era muy raro. Le decía que fuera estaría pasando algo muy fuerte. Hubo momentos en los que Adara tenía que respirar consciente de que Joao estaba más nervioso y confundido que ella. Para los espectadores el momento, fue tan esperpéntico como divertido. Para Adara seguro que fue un horror. Ni que decir tiene que la actitud de Gianmarco tampoco fue nada generosa en general. Primero con Adara, a la que sus palabras cifradas dejaron sumida en la incomprensión más absoluta. Y después con la audiencia y con la propia organización de Gran Hermano. La entrevista de Jorge Javier Vázquez al italiano fue era tan esperada que se convirtió en decepcionante y aburrida. El público no sabía si el italiano estaba triste, asustado o representando un papel. Es probable que no quisiera meter la pata y que no se creyera de verdad que Adara y Hugo ya no sean pareja. Pero para el espectáculo el que no se quisiera mojar y apenas hablase de sus sentimientos fue una decepción. En la recta final de Sálvame, Carlota Corredera entrevista a Gianmarco en la habitación del hotel donde se hospeda. El italiano tiene una nueva oportunidad para dar su versión. Lo primero que le pregunta es si no eran conscientes de que todo lo que hablaban en el confe también se graba. El italiano dice que no, aunque parezca absurdo, allí no se sentían tan expuestos como en el resto de la casa. Resulta creíble pues es verdad que la situación de encierro en la que se encuentran merma un poco la capacidad de ver la realidad de fuera con claridad. Gianmarco cuenta que ayer en la gala estaba muy nervioso por todo lo que sucedió. Tras enterarse de que debía abandonar el reality apenas pudo gestionar su tristeza. En ese momento tuvo que enfrentarse al hecho de que Hugo Sierra ya no fuera la pareja de Adara. Lo cierto es que su cara mostraba que no sabía como asimilar esa información. De hecho, al llegar al plató, cuando su hermano le abrazaba le dijo literalmente "Ayúdame, estoy destrozado". Y así fue. Durante la entrevista en el plató de Gran Hermano, Gianmarco miraba constantemente a su hermano Luca buscando su complicidad. De hecho, esta es una de las cosas que más le afean los colaboradores de Sálvame. Les parece que la presencia de Luca en plató, le restó naturalidad a la entrevista de Gianmarco y condicionó todo lo que dijo. Incluso cuando ya enfadada, la madre de Adara, le preguntó directamente al italiano si estaba enamorado de su hija, éste, antes de contestar afirmativamente, miró a su hermano.