Amaia Romero la lía en los Goya ¿Qué dirá Antonio Banderas?

Amaia Romero era una de las invitadas a la gala de los premios Goya. La joven hizo una actuación en la que homenajeó a Marisol, antes de que sus tres hijas subieran al escenario a recoger el Goya de Honor en nombre de su madre.

La actuación de Amaia Romero la noche de los Goya fue de lo más emotiva. A pesar de ello, ya conocemos cómo es la joven, y de una forma u otra, siempre consigue dar la nota. Fue esta parte de su personalidad la que logró enganchar a muchos en su edición de Operación Triunfo. Por no hablar de su relación con Alfred, con quien actuó en Eurovisión, con un terrible resultado. Hace mucho que esta relación llegó a su fin, y sabemos quién es el nuevo amor de la de Pamplona, aunque se niega a reconocerlo.

El nuevo amor de Amaia Romero se llama Álex de Lucas, pero ninguno de los dos lo reconoce en público. En la gala de los Goya, la pareja protagonizó un divertido momento con un peluche gigante en la alfombra roja. A pesar de ello, hubo un momentazo mucho más llamativo.

Amaia Romero la lía en los Goya

El mayor ‘tierra trágame’ lo protagonizó Amaia Romero en la gala de los Goya. Por suerte, este no fue emitido en televisión, pero son muchos los que llegaron a verlo. Después de su tierna actuación en homenaje a Pepa Flores, Amaia Romero encontró dónde dar rienda suelta a su simpatía.

Mientras que Antonio Banderas era premiado como Mejor Actor por su trabajo en el filme Dolor y Gloria, Amaia pasaba a los ‘Goyas Golfos» a pasar un buen rato. Este es un espacio de humor, el cual fue creado por RTVE, donde hicieron un sinfín de bromas sobre la gala.

Los conductores del espacio eran Grison, Jaime Caravaca y Álex Pinacho. Estos se encontraban doblando la gala con comentarios de lo más malvados. Fue entonces cuando le cedieron al turno a Amaia Romero. Ni corta ni perezosa, parodiando el momento de la entrega del premio a Antonio Banderas, dijo: «Este Goya me lo voy a meter por el culo», las risas fueron inevitables, y de lo más avergonzada, se despidió diciendo «me voy a beber una cerveza»:

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