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First Dates

Visto en First Dates: Alberto no tiene una cita con Irene «porque no eres zurda»

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First Dates arranca el programa de hoy con Alba, una chica que se considera un bicho raro por su aspecto. Dice que le gusta cambiar. Tiene razón al menos en lo relativo al pelo pues dice que un día lo tiene azul, otro verde y otro rosa. Viene de Carmona, un pueblo de Sevilla, donde cree que no encaja mucho porque la gente es muy antigua. De hecho, ella cree que pega más en otras ciudades más grandes como Madrid. Se define como una alocada y busca a un chico cariñoso y que esté tatuado. Y aquí viene la primera bomba de la noche. En un afán por ponerle nombre a todo, Alba se define como estigmatofílica, es decir, que siente atracción sexual por la gente tatuada y con piercings.

Veremos cómo le va la cita con Kevin. El llega muy resabiado pues dice que en el amor le han jodido por todos los lados. En todo caso es de los que opina que cuando caes ya solo puedes levantarte. A Kevin le encanta Alba en cuanto la ve, pero ella en cambio se siente decepcionada pues dice que físicamente el no es para nada su estilo. Veremos si el chico levanta la cita.

Ambos confiesan que entre sus tatuajes han tenido el rostro de sus ex parejas. En la actualidad, lo han retocado para que no les traiga malos recuerdos.

Alba insiste en que el físico de Kevin no le gusta nada. Ahora también le afea el pelo largo. No lo soporta. Así que aunque a él le gustaría repetir, a ella no.

A continuación llega a First Dates Fernando, un amante del baile, pues dice que es la excusa perfecta para salir de casa. Ha salido de una relación tóxica y dañina y el baile ha sido su refugio. Cenará con Nerea, una chica alegre y optimista, sin embargo no lo parece pues apenas son capaces de hablar. 

Parece que al menos el baile es un tema común que les da un poco de conversación. Incluso cuando tratan de agradar al otro no muestran ninguna pasión. ¿Qué te he parecido? se preguntan mutuamente. Eres majo dice ella de él y viceversa. En todo caso, a ellos todo les parece perfecto, tanto que quieren repetir la experiencia.

Daniel, llega a First Dates con la esperanza de que el programa le ayude a ligar. Dice que se le da fatal, que es un pringao pero por si acaso busca una chica guapa. Su cita Marga lo es. Se define como divertida y tolerante. Le gustaría dedicarse a la política local. Se gustan mucho a primera vista. Además, Daniel parece que está dispuesto a entregarse al cien por cien. Si Marga dice que hay que hacer deporte el se ve haciendo deporte.

Sin embargo, cuando Marga le confiesa que no ha tenido ninguna pareja todavía a Daniel no le gusta, dice que se siente extraño. Es como si tuviera que cargar con esa responsabilidad. ¡Cómo han cambiado los tiempos! Antes, ser el primero era una virtud ¿Cuándo se convirtió en un defecto?

A ella le parece muy guapo, pero le parece un niño demasiado bueno. Otra cosa que antes era positiva y ahora parece que no. No repiten, y él es de las pocas personas que una vez que ella ha dicho que no repite, confiesa que él habría dicho que si.

Marga y Daniel no repiten pero disfrutan de su cena en First Dates

Podemos imaginarnos la cara de los responsables del casting de First Dates cuando les hacen la típica pregunta de cómo es tu chica o tu chico ideal. Las respuestas tienen que ser de lo más interesantes, como total pedir es gratis. Y cuando puedes pedir que tu candidato sea guapo, listo, rico, sano, buena persona o cosas por el estilo llega Alberto y pide como requisito que su cita sea zurda. Ante la mirada atónita de Carlos Sobera, Alberto explica que como él lo es, eso le facilitaría mucho la vida.

Cenará con Irene, una entusiasmada de la psicología, lo que le vendrá muy bien para entender las rarezas de Alberto. Busca a alguien que acepte su condición de madre de dos hijos, que quiera cierta estabilidad emocional.

La cita no empieza muy bien. Alberto dice que es especial para comer, pues casi nada le gusta. Tampoco le gusta el alcohol, ni el tabaco. Irene, muy sincera, le dice que es un aburrido. Ante la mirada atónita de Irene, cuando Alberto le dice que todavía vive con sus padres a sus 37 años, el le dice que no entiende ese interés por independizarse. Cuando Irene le dice que trabaja en la unidad de psiquiatría de un hospital, Alberto le dice que tiene en casa un libro de «Seymur» Froid. No se lo ha leído, pero lo tiene. Y cree que es un gurú de la psicología.

La decisión final de Irene es más que obvia. De hecho, se le ve un poco decepcionada con el programa. No entiende quién habrá pensado en First Dates que ella iba a congeniar con alguien como Alberto. Obviamente no repiten.

Antonio llega a First Dates con la esperanza de encontrar a alguien que le soporte. Palabras textuales. Cree que siempre da mucho en las relaciones y ahora quiere que el sea la estrella y que le cuiden. Su cita, Marco se define como un chico divertido y apasionado con muchas ganas de vivir la vida. Ambos son actores así que tendrán que luchar por mantener sus egos a raya.

Parece que son totalmente compatibles en el tema sexual y también en lo sentimental. Marco dice que suele idolatrar a sus parejas y luego les decepciona. Antonio le parece atractivo, con carisma y eso le hace sexy. Ya en el reservado de First Dates, se divierten con los juegos que les propone el programa, y se confirma lo que sucederá más tarde. Que ambos están deseando irse juntos de la cita para tener cuanto antes la segunda, y la tercera y la cuarta.

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