Prodigios, la música clásica sin complejos

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Es lo que habrán pensado muchos espectadores del éxito del talent musical Prodigios. El talent, del que emitió ayer TVE su segundo programa, ha tenido un caluroso recibimiento que ha sorprendido gratamente a todo el mundo.
Con Boris Izaguire y Paula Prendes como presentadores, Prodigios pretende valorar la actuación de nueve pequeños artistas con talentos en distintas disciplinas clásicas como el baile, la canción o un instrumento. El jurado, compuesto por Ainhoa Arteta, Nacho Duato y Andrés Salado elegirá a uno de cada categoría para pasar a la semifinal.
Entre los concursantes de canto Ainhoa tuvo que decidir entre Esaú y Raúl. Del primero destacó su valentía y su bellísima voz. A ambos les auguró mucho éxito en el futuro. Sin embargo, el que pasa a la semifinal de Prodigios es Raúl.
Andrés Salado también lo pasó mal teniendo que elegir entre Guillermo y Elías. Quiso ser breve para no prolongar la agonía. Le parece que ambos son ya unos artistas y musicazos. Les cargó con la responsabilidad de ser el futuro de la música clásica de este país para anunciar que pasa a la final Guillermo.

En la categoría de danza, Nacho Duato evaluó a los dos participantes. Cree que el jurado y la audiencia puede aprender mucho del paso de los concursantes por Prodigios. Cree que ambos candidatos tienen muchas posibilidades, aunque Xenia está mucho más preparada y más avanzada en su formación por lo que la elige para pasar a la semifinal.
Los tres concursantes destacan la experiencia tan positiva que es cantar acompañados de una orquesta sinfónica. Además, resulta fantástica ver la ilusión con la que participan.
El programa contó con Blas Cantó como artista invitado. Este,  interpretó su canción Complicado, acompañado también por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León.

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