Operación Triunfo está girando peligrosamente hacia un reality

Llevamos toda la semana pendientes de las faltas de respeto y las salidas de tono de los concursantes de Operación Triunfo. Aunque las comparaciones son odiosas, casi todo el mundo echa de menos el espíritu naif de la edición del 2017 con Amaia, Aitana, Alfred y Roi. Y lo peor es que a esta hornada de nuevos «triunfitos» no les falta calidad vocal – de hecho, a muchos les sobra – pero es un hecho que vienen más resabiados y más sobrados en general.

Además, de las faltas de respeto constantes entre compañeros – especialmente de Eli y Jesús hacia los demás -, tampoco son especialmente disciplinados en las clases. Se les olvida que están protagonizando los meses más intensos de su vida, esos que, bien gestionados, les pueden conducir a vivir de la música o no. Sin embargo, no parecen tener tan clara su vocación, o  quizás no tienen claro todo lo que tienen que esforzarse para conseguirla.

Sea como sea, la gala de ayer estuvo más marcada por las broncas, los enfados y los perdones que por los aspectos musicales. 

Además, entre Ariadna y Nick, la audiencia de Operación Triunfo decidió salvar a Nick con un 66% de los votos. Ariadna se convierte así en la primera expulsada de la edición. Después, el jurado propuso a cuatro cantantes para abandonar: Gerard, Eli, Rafa y Anaju.

Los profesores de Operación Triunfo manifestaron su desacuerdo con la propuesta del jurado, aunque la respetan. Además, han decidido salvar a Anaju, pues les parece que todavía tiene mucho que enseñar. Los compañeros, por su parte, salvan a Gerard, así que los propuestos para abandonar la academia son Rafa y Eli.

Además, el favorito de la semana ha sido Flavio, que tendrá el privilegio de cantar en solitario la semana que viene.

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