Estaba claro que iba a pasar. Era cuestión de tiempo y ha sido hoy. Zaira ha sido expulsada nuevamente por un tronista. Desde su llegada a MyHyV, ha levantado suspicacias. La primera vez que visitó el programa fue para pretender a Manu, el italiano. Duró poco, esta vez por cuestiones ajenas a ella. El italiano abandonaba el programa pues como confesaba había conocido a alguien fuera. El primer día en el que Miguel, pretendiente de Jenni, se sentó en el trono, apareció Zaira, radiante y muy contenta. Muy pronto se convirtió en una de las favoritas del malagueño, pero con la misma rapidez con la que ascendía, descendía. Con una frecuencia pasmosa, el tronista recibía confidencias de las idas y venidas de Zaira con otros hombres. Casi siempre además, personajes de la televisión. Miguel se cansó muy pronto de sus excusas y la invitó a irse. Estando Zaira fuera, surgieron voces que la unían a Barranco, ex tronista y viejo amigo de MyHyV. Otro canterano. Miguel se reafirmaba en su decisión de haberla expulsado, mientras ella decía que todo había sucedido cuando ella ya no estaba pretendiendo al malagueño. Cuando Efrén termina su paso por MyHyV, se anuncia la llegada de nuevos tronistas, casualidades de la vida ahí está Zaira para pretender a uno de ellos: Marco. Éste, le prometió que haría borrón y cuenta nueva, y que confiaría en ella mientras no le diese motivos de desconfianza. Pero parece que en menos de 24 horas, llegaron dichos motivos. Constantes afirmaciones que vinculan a Zaira a otros concursantes de Mediaset y su afición a salir de fiesta y llegar a las grabaciones de MyHyV sin dormir han sido la gota que colmó el vaso. Es cierto que ella misma parece haberse ido desinflando. Si al principio, era muy valiente y consecuente en su defensa, a medida que pasaban las semanas parece que se ha ido resignando. Puede parecer que es por puro cansancio, pero en realidad, es una estrategia más. Zaira ha conseguido lo que quería; el trono. Por más que no quieran desvelarlo todavía, la mini entrevista que le hizo Toñi Moreno cuando se iba es un preludio de lo que va a suceder. Sus palabras de: "creo que no va a ser la última vez que nos veamos por aquí" lo confirman.