La segunda edición de Maestros de la Costura ha arrancado fuerte. En una noche en la que tiene que hacer frente a la audiencia fiel de Gran Hermano y a las películas de los domingos por la noche, parece no tener problemas. La semana pasada arrancó una edición que, en palabras de los jueces, se caracteriza por tener un mejor nivel que la pasada. Además, al casting se han presentado más de doce mil candidatos, con lo que conlleva para los doce elegidos. Veremos si esto redunda en beneficio del programa o no. A veces, las segundas ediciones de estos formatos hacen que los candidatos vengan «resabiados» y se pierda un poco de frescura.
En el programa de esta noche, los concursantes debían confeccionar un camisón y su bata. En esta prueba hemos vivido uno de los momentos más divertidos y una de las principales novedades de esta edición, y es que el mismísimo Lorenzo Caprile se ha puesto a coser para hacer su propia versión con los concursantes.
Maestros de la Costura quiso rendir un homenaje en la segunda parte del programa uno de nuestros diseñadores de mayor proyección, Pedro Rodríguez. Para ello, los concursantes se desplazaron a Barcelona y por equipos replicaron un vestido de su colección.
En la última prueba, los aprendices han tenido que darle una segunda vida a un mono de trabajo, y adaptarle alguno de los elementos sorpresa que les habían tocado: un imán, unas flores o unos tornillos.

La temida expulsión

El resultado final de las tres pruebas ha desembocado en la expulsión de Lucas, quien se bloqueó en la prueba de eliminación.

Maestros de la Costura

Surgen los primeros enfrentamientos entre concursantes.


Además, el programa nos deja ya los primeros enfrentamientos entre concursantes y las primeras rivalidades. Especialmente llamativo es el caso de Anastasia, a quien los compañeros atacaron duramente quizás tan sólo por el hecho de verla más fuerte.