Hay invitados que se toman al pie de la letra esa frase introductoria de Pablo Motos: «Esta noche ha venido a divertirse al Hormiguero…» De entre todos ellos, el más literal es Miguel Angel Revilla. El cántabro, uno de los personajes más fieles al programa de entretenimiento. Ha vuelto esta semana para tratar de avanzar lo que nos traerá el nuevo año político.
A medio camino entre la ironía y la crítica, Revilla repasó la actualidad política dándole voz a lo que muchos ciudadanos piensan. Con la claridad que le caracteriza, tocó todos los temas que él mismo denominó como «preocupantes». Así, comenzó su intervención hablando de las grabaciones del comisario Villajero. Continuó con un exhaustivo análisis de los resultados de las últimas elecciones andaluzas y el auge de Vox. En este sentido, mostró su respeto a los electores y apostó por que el resultado electoral se debe a un profundo hartazgo de la sociedad andaluza tras cuarenta años de socialismo. Ante la posibilidad de la llegada del partido de Santiago Abascal a Cantabria, Revilla prometió que no pactaría con ellos, pues están muy lejos de su ideología.
El análisis de la actualidad política se terminó con ciertas recomendaciones a Pedro Sánchez  respecto al problema catalán.

Revilla y la actualidad política visitan El Hormiguero

Un momento de la entrevista del jueves


Como es habitual, cada vez que el cántabro asiste como invitado, hubo tiempo para las bromas. Pero, el político se puso serio para hacer una crítica feroz contra las compañías de juegos y apuestas online que generan un problema social entre la población juvenil de tremendo calado. Asimismo, también mostró su preocupación por el bullying. Y,es que el acoso físico o psicológico, que sufrió en sus propias carnes y que le supuso un sufrimiento enorme, que sabe hoy es muy frecuente.
Si bien es cierto que las entrevistas a Revilla siempre generan risas en el espectador, en esta ocasión ha aportado poco contenido o profundidad en los temas, haciendo prácticamente imposible sacar algún titular llamativo de su entrevista. Quizás sea cierto lo que el propio invitado afirma; que a veces, cuando les falla algún personaje a última hora, lo llaman a él.