Belén Esteban hace días que presume de haber dejado en la calle a Antonio Sanchís y a su familia. Ella y el que consideraba como “un hermano” formaban un equipo unido y exitoso que se rompió de forma repentina. La colaboradora de Sálvame le denunció por quedarse con parte de sus ingresos y la Justicia se puso de ella.

La tertuliana asegura ser ya la propietaria legal del chalé en el que Sanchís – su exrepresentante – junto a su mujer e hijos han vivido durante varios años. Incluso los ha descalificado de “okupas” en directo e insiste en que Sanchís tiene los días contados en el lujoso domicilio de Villanueva del Pardillo. Sin embargo, el calendario deja los días atrás y el mánager continúa habitando su hogar sin que nadie le haya advertido de que tenga que abandonarlo en un tiempo estipulado.

Todas las señales indican que Belén tendrá que esperar una larga temporada hasta ver su casa desalojada. Una tarea que se complica cada vez más, sobre todo, después de la última estrategia de Sanchís.

El exrepresentante, cuando la casa estaba aún en subasta, pidió  “que su empresa – en quiebra técnica – entrara en concurso de acreedores. Tras deliberar, los juzgados mercantiles le han dado la razón y han bloqueado de inmediato todos los procesos de reclamación en los que estaba inmersa la empresa. Y con ellos, el que afectaba directamente a la casa que reclama Belén Esteban”.  Así lo explican en NiusDiario.

Belén Esteban recibió las medidas adoptadas por el juzgado el pasado 29 de octubre. El juzgado de lo Mercantil número 13 de Madrid envió una notificación que bloqueaba la subasta. Los abogados de la rubia estaban entonces inmersos en el proceso de escriturar la vivienda, un proceso que se ha alargado más de lo previsto. Sin duda, es un fuerte golpe para Belén, que estaba ansiosa por recuperar la propiedad. Tal es este deseo que incluso anunció que tenía pensado organizar una fiesta para celebrar su codiciada victoria.

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Queda ahora, por tanto, todo en manos un administrador judicial. Será él quien decida el futuro del domicilio si todo sigue adelante, ya que una vez aceptada esta petición todos los trámites han quedado bloqueados, para que prioritariamente se salde la deuda de los bancos. “Belén trataría de cobrar sus deudas con los pocos activos que le quedarían a la empresa, es decir nada”, han comentado al respecto en ‘El programa de AR‘.

A partir de aquí, Belén Esteban tendrá que buscar un plan B. Si la casa vuelve a ser propiedad de la empresa de Toño Sanchís, la Esteban tendrá que procurar otra forma a través de la cual cobrar la deuda que su exrepresentante ha contraído con ella a lo largo de esta larga batalla judicial que lleva enfrentándolos tres años. Belén salió victoriosa en primer lugar, pero parece que ese resultado se lo ha llevado el viento. Pocas soluciones llegan hasta la colaboradora televisiva para recuperar lo adeudado.

Una verdad es que ella aseguró que iba a presentar otra demanda contra Sanchís apelando que había encontrado nuevas pruebas. Por cómo están avanzando los titulares no se puede saber si es que Belén volverá a acudir a los tribunales. “Toño no tiene dinero y a ella no le queda más remedio que esperar a la decisión que tome el administrador judicial. Sus posibilidades de cobro son muy escasas” defienden en la revista Cotilleo.

¿Cómo empezó toda esta batalla?

Belén Esteban y Toño Sanchís no solo tenían una relación profesional como clienta y representante, sino que pasaron a ser amigos íntimos, e incluso casi familia. Él se dedicaba a controlar todo el tema de cuestiones económicas de la colaboradora de televisión: sus contratos, negociaba el caché, etc. Es por ello por lo que acordaron que él recibiría por este trabajo lo equivalente al 20% de lo ganado por Belén. El problema aparece cuando se comprobó que en algunos de los contratos hacía subir este porcentaje hasta corresponder con la mitad del sueldo de Belén.

La tertuliana ha sufrido mucho a lo largo de todo este proceso, lo que ha supuesto para ella un fuerte desgaste emocional. Han cumplido ya los tres años de batallas judiciales, que, afortunadamente para ella, ha salido victoriosa. Así,  ha conseguido poder demostrar que de forma indebida Toño Sanchís había cobrado 388.868 euros de más. A esto habría que sumarle los intereses y, después, las costas judiciales, que ascendían a 122.061 euros.

En noviembre de 2018 se realiza la subasta de la casa de Sanchís situada en Villanueva del Pardillo. Es realizada a través del Portal de Subastas de la Agencia Estatal del Boletín del Estado. Una semana más tarde se hizo público que la nueva propietaria, la que más pujó, era precisamente Belén, que pagó por la casa 375.000 euros. Eso sí, no debe pagar nada, porque la deuda que él tiene con ella es mayor que la suma de lo pujado por la casa.