La gala 9 de Gran Hermano está cargada de momentos importantes. Por una parte, se decide quién abandona la casa, si Pol o Alba Carrillo. Se decide también quién es el concursante repescado entre Hugo Castejón  y Diego el Cejas. Pero además, la gala vendrá marcada por la famosa noche de Halloween, amada y odiada a partes iguales por los participantes del reality.

Los concursantes uno a uno van pasando por el circuito del terror, enfrentándose a sus miedos.

Además, en el plató de Gran Hermano también hay muchos asuntos pendientes. Fuera del concurso Kiko Jiménez, parece que ahora el «marrón» de la infidelidad planea sobre Hugo, el marido de Adara. A pesar de que todas estas semanas en las que parecía que entre Gianmarco y Adara estaba naciendo algo más que una amistad, Hugo se mantenía firme en sus convicciones, parece que todo eso ha cambiado.

De hecho Hugo, llega a pedir que como medida excepcional le dejen hablar con Adara esta noche. El necesita saber en qué momento se encuentra Adara con el italiano, para saber si tiene que seguir defendiéndola en plató o no. Para él, el concurso termina hoy. Cree que también se ha dado esta circunstancia con Alba Carrillo cuando tuvo un ataque de ansiedad y dejaron que su madre hablara con ella.

Sin embargo, Jorge Javier Vázquez le recuerda que Diego Matamoros ha vivido algo parecido y no se le permitió ponerse en contacto con su mujer Estela. Precisamente, Diego intervino en ese momento de la entrevista para pedirle calma a Diego.

Jorge Javier sigue haciéndole preguntas a Hugo sobre lo que puede pasar. Quiere saber si de pasar algo entre su mujer y el italiano esto sería insalvable para su matrimonio. Hugo no lo tiene claro. En principio cree que sería muy difícil salvarlo. Ambos son muy radicales. Pero por otra parte, si lo salvan sería un fuerte aprendizaje para la pareja.

Hugo, sigue convencido de que Gianmarco ha ido a Gran Hermano con una estrategia clara. Para él es un embaucador nato, es un profesional. Y lo peor es que está convenciendo a Adara que está cayendo en su trampa. A medida que emiten más vídeos de la casa Hugo se siente peor. Cree que Adara está muy confundida y eso le duele. Le duele tanto que se viene abajo. De todos modos, cree que Adara es la mujer de su vida, así que no quiere tomar ninguna decisión precipitada de la que luego se pueda arrepentir.

A lo largo de toda la gala, los concursantes van pasando por una de las pruebas que ya es un clásico en Gran Hermano: el circuito de Halloween. Lo cierto es que en este sentido, cada año se superan. Los escenarios son muy verosímiles y resulta entre cómico e interesante ver la reacción de cada uno de los concursantes. Llama la atención por ejemplo el pánico de Antonio David, tan curtido en dramas y momentos difíciles y se viene abajo entre el vómito de atrezzo y el maizal. Llama la atención también, que como le dice a Jorge Javier, Antonio haya estado en el ejército y se haya enfrentado a pruebas de superación más duras que esta y lo pase tan mal.

Los concursantes de Gran Hermano viven la famosa noche de Halloween

Los concursantes de Gran Hermano viven la famosa noche de Halloween

También es curioso ver a Mila o a Alba, con su maravillosa locura, tan dispuestas a liársela parda al presentador y al concurso en la gala pasada, y tan dispuestas esta noche a dejarse llevar por el concurso a pesar del miedo.

Precisamente, en mitad del miedo y de los sustos, tiene lugar el desenlace que decide sobre quién sigue en el concurso y quien se queda una semana más. En este caso, el que se va es Pol. Tras la resolución, intenta decirle a Alba que le diga a Joao que lo quiere y mil mensajes más que ella no escucha. Alba está en otro sitio, está intentando despistar a los fantasmas y a su vez está feliz y quiere correr para decírselo a sus compañeros. Parece mentira que esta Alba sea la misma Alba que la semana pasada lloraba en el baño durante la gala.

Las nominaciones se producen en el mismo contexto de fiesta de los muertos que el resto de la gala. Nominan en un espacio tétrico, sobre una mecedora tras la que aparece otro mítico de Gran Hermano; payasín y su tartazo en la cara. El resultado inicial es que están nominados: Adara, Joao, Antonio David y Alba. Mila Ximénez es la jefa de la casa esta semana y tiene la potestad de modificar dichas nominaciones. Lo hace, salvando a Antonio, que cree que corre peligro, y subiendo a la palestra a Gianmarco.

Pol Badía hace su entrada en el plató de Gran Hermano una semana más tarde de lo que él había previsto. Como le dijo a Joao, entró para quince días y ha permanecido casi un mes, así que está satisfecho. Jorge Javier le felicita por su paso por el programa. Además le pregunta directamente por lo que está pasando entre Adara y Gianmarco. El cree que es amistad, pero es cierto que en la casa, con el encierro se busca el cariño por todas partes. Si que ha visto entre ellos mucha química y mucha conexión, pero cree que nada más que eso.

Llega el momento de saber quién es el repescado de la audiencia que se incorpora a Gran Hermano como concursante de pleno derecho. Y el elegido es Hugo, lo que deja al resto de la casa, menos a Adara con el corazón encogido. Casi todos pensaban que el elegido sería Diego, el Cejas que les aporta mucha más tranquilidad, que las broncas que les aporta Hugo. Estela, de hecho, afirma que a ella personalmente Hugo la ha desequilibrado con sus suspicacias y mensajes de lo que está ocurriendo fuera.

Y esto ha sido todo por hoy, en una noche en la que ha habido dos protagonistas, Halloween y Hugo, el marido de Adara. Veremos cómo avanza la historia entre la madrileña y Gianmarco.