First Dates nos muestra cada noche una radiografía del modelo de sociedad cambiante en el que vivimos. Poco queda ya de los modelos tradicionales de relaciones que protagonizaban la masa social hace treinta años. Ahora, es bastante común, que las relaciones sean abiertas y cuanto menos peculiares.

Así es por ejemplo Francesc, que cuenta en First Dates que comparte piso con su ex pareja. Para él es algo tan normal que cree que no se acostumbraría a vivir sin él. Dice que es como vivir con su hermana. Sin embargo, su cita, Toño no lo ve muy normal. No cree que sea sano. Le pregunta qué pasa si lleva una pareja a casa. Francesc dice que todavía no se ha dado esa circunstancia porque no suele llevar a nadie a casa.

De hecho, aunque Francesc y Toño se gustan y se han caído bien se dan cuenta de que no coinciden en nada. Y sobre todo en lo importante, Francesc quiere una relación abierta y Toño cree que el amor es sólo cosa de dos.

Antonio y Francesc quieren relaciones completamente distintas

Antonio y Francesc quieren relaciones completamente distintas

Otra que también queda de vez en cuando con su ex es Mireia. Acude a First Dates buscando una pareja estable y cena con César. Lo cierto es que tienen poco que ver. El es stripper y busca a una mujer muy activa sexualmente. Mireia es más bien tímida y poco cariñosa, pero César confía en que con su presencia cambiará absolutamente su forma de ser. Sin embargo, ella no lo ve tan claro. De hecho cuando César se pone a hablar de sexo, Mireia no se siente muy cómoda. 

Es más, podríamos decir que Mireia está horrorizada con César. No es su prototipo de hombre y se lo dice en la despedida. No me enamoraría de ti nunca y «tu idea de echar un polvo conmigo en tu imaginación quedará siempre«. Se puede decir más alto pero no más claro.

 

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