Si las audiciones a ciegas de La Voz representan una criba muy grande para las aspiraciones de los talent, ayer la dificultad era mayor todavía por dos motivos. Por una parte, por que apenas quedaban vacante libres; el equipo de Pablo López estaba completo, de hecho. Pero además, porque algunos de los concursantes, tuvieron que cantar precisamente con alguno de los coaches mirándoles a medida que iban cerrando equipos. Comenzó la noche Rosco, un madrileño rockero amante de Los Beatles. Se fue para el equipo de Paulina por su buen rollo. A continuación llegó el turno de Miriam, concursante que generaría bastante polémica. A pesar de que sobre el escenario cantó Memory, canción bastante intimista, es amante del reggaeton. La tinerfeña afirmó que el reggaeton no es machista, sino realista y este comentario hizo que las redes sociales comenzasen a arder. En todo caso, no hubo suerte puesto que ningún coach se dio la vuelta. Tras ella, llegó el turno de Leonardo y Ángel. Dos concursantes que cantan a dúo a pesar de conocerse desde hace menos de un año. Sobre el escenario cantan Toxic, y Fonsi cierra su equipo con ellos. El resto de los coaches bromean por la osadía de presentarse al concurso sin apenas conocerse y realizar gran parte de los ensayos por Skype. Una de las decepciones de la noche llegó de la mano de Francis Soul Jr. A pesar de llevar más de treinta años dedicado a la música, no pudo pasar la criba de las audiciones puesto que nadie se giró. No obstante, recibió los halagos de todos los coaches. Shaddai, nos regaló la única batalla de coaches de la noche. Paulina Rubio y Antonio Orozco giraron su silla al escuchar su versión de Stone Cold. Al final, el tinerfeño se va con Antonio. No hubo posible discusión con el siguiente talent, Juanjo. Al girarse, Paulina bloqueaba a Antonio que pulsaba el botón atónito porque le hubiesen bloqueado una vez más. Juanjo, había participado en La Voz Kids, y recordaba emocionado los buenos consejos que le había dado Pablo López. Paulina cerraba su equipo con él. Y la última actuación de las audiciones a ciegas de La Voz puso a coaches y al público en pie. En el escenario, Mar Valdés, nieta y bisnieta de Chucho y Bebo Valdés demostraba al mundo que en esto de la música puede tener un nombre propio, sin la larga sombra de su familia.