Por fin ha llegado la 64ª edición del Festival de Eurovisión. Una cita, que tiene lugar en Tel Aviv, y en la que 26 países actuarán con la ilusión de hacerse con el galardón. La convocatoria, como cada año no está exenta de polémica. Por una parte, el hecho de que se celebre en Israel ha supuesto parte del problema. Pero además, otra parte de la opinión pública considera que el concurso no atiende a ningún criterio musical, sino a algo más geopolítico, puesto que el público tiene parte del voto final. Sea como sea, el número de eurofans aumenta cada año. También es cierto que la audiencia del festival de Eurovisión es millonaria, ya que se retransmite en un sinfín de países. El representante español para Eurovisión de este año es Miki, concursante de Operación Triunfo y ganador de una gala en la que el público votaba por la canción idónea para el festival. La venda, que es como se llama su canción, tiene un ritmo muy bailable. A priori no está entre las favoritas, pero eso no siempre es garantía de nada. En todo caso, Miki parece estar contento puesto que le ha tocado actuar en último lugar. Antes de él, pasarán por el centro de convenciones de Tel Aviv, Holanda, Suecia o Australia que si cuentan con el favor del público a priori. Holanda, que canta en la mitad del concurso, es la gran favorita. Con su canción Arcade pretende hacerse con su quinto festival de Eurovisión, pues ya cuentan con cuatro triunfos anteriores. Su cantante, procede también de un famoso talent musical de su país. Suecia por su parte, lleva una canción mucho más alegre y con un toque de soul. Y las quinielas no se equivocan. Holanda gana Eurovisión con su apuesta por una balada intimista donde el protagonista es el cantante y su piano. Tampoco hay sorpresa en la posición de España, puesto 22 de 24. Otro año será. O no.