Ana Guerra visitó esta noche El Hormiguero para presentar su primer disco «Reflexión». La cantante dice haber puesto tanto de si misma, de una forma tan íntima, que el hecho de que vea la luz le hace sentirse expuesta a su público. Además, está muy satisfecha con el trabajo, puesto que ha incluido temas cuyas letras lanzan mensajes de libertad con los que ella está muy involucrada. Se refiere a temas relativos a la mujer y también a los colectivos LGTB.
Ana le contó a Pablo su buenísima relación con su padre. Tal es así, que ambos se han hecho un tatuaje juntos. Se han tatuado la frase «Querer es poder». Está convencida de que los límites nos los ponemos nosotros mismos. Ana cuenta como su padre siempre le ha dicho que con esfuerzo podría conseguir cualquier cosa que se propusiera.
Con la simpatía que le caracteriza, Ana jugó con las hormigas a adivinar canciones cuya letra aparecida escrita al revés. Otra de las colaboradoras habituales de El Hormiguero, Nuria Roca apareció muy beligerante con el presentador. La valenciana lo acusa de comprar followers para sus redes sociales a golpe de sorteos y regalos. El presentador se la devolvió contando las numerosas cremas y pares de zapatos que ésta atesora gracias a los regalos que le hacen las marcas en busca de promoción. La sección, estuvo centrada en los piques entre Motos y la colaboradora a costa de sus seguidores de Instagram.

El Hormiguero

Un momento de la entrevista


Ana interpretó  «Bajito» poniendo a todo el público de El Hormiguero en pie antes de pasar a la sección de ciencia.
El Hormiguero, que es muy seguido también en redes, reaccionó desde el principio del programa al particular vestuario elegido por la cantante. Ni Pablo Motos, ni los seguidores del programa pudieron ocultar su sorpresa al ver cómo la canaria acudía Antena 3 vestida con una prenda que parecía un pijama.