A pesar de Kim Kardashian tiene 39 años de edad, uno jamás adivinaría cuál es su año de nacimiento, pues su rostro parece tener una década menos. Claro está, no se debe a una fantástica genética, si no a muchos millones en el banco, y muchos tratamientos estéticos.

En el reality Keeping Up with the Kardashians, donde Kim Kardashian es una de las grandes protagonistas, mostró un tratamiento de lo más innovador. Se trata del tratamiento vampiro facial, hasta ese momento, completamente desconocido para cualquier mortal. Eso sí, antes de hablar de ello, publicó una foto en la que aparecía con su rostro lleno de sangre, lo que preocupó a sus fans.

Este tratamiento promete el rejuvenecimiento de la piel. Se extrae sangre del cliente, se centrifuga, y se usan las plaquetas, inyectándoles de nuevo en el rostro.

Kim Kardashian se arrepiente

Hace algunos años que Kim Kardashian usaba este tratamiento, aunque finalmente, confesó que se arrepentía de haberlo hecho. Como expliqué, en este tratamiento se inyectan las plaquetas del propio cliente en su cara, con una pequeña aguja. De ahí que viéramos la cara de la empresaria llena de sangre. Pero este proceso suena como si fuera bastante doloroso, y lo cierto es que así es.

«Antes de hacerme el procedimiento, descubrí que estaba embarazada, así que no podía usar la crema anestésica o un analgésico, y se sugieren ambos«. Debido a que por aquel entonces, no explicó lo doloroso que fue para ella, este tratamiento se volvió realmente viral.

Algunos estudios están completamente en contra de su uso, ya que al parecer, los resultados no tienen ningún éxito. Muchos fueron los centros estéticos que se alegraron de tener una gran clientela que reclamara este carísimo tratamiento. Sin embargo, hubo otras muchas que recomendaron alternativas más efectivas a sus clientas. En el caso de Kim Kardashian, no ha vuelto a recurrir a él.